“La Ciudad será el hábitat predominante en el globo (…) ¿Cuáles son los desafíos y transformaciones arquitectónicas y urbanísticas que ese crecimiento implica?¿Cómo se distribuye la relación entre la creciente homogeneización de lo ‘urbano’ en el contexto global (malls, cines, supermercados, museos, aeropuertos), con el carácter indiosincrático, histórica y culturalmente localizado de cada ciudad en particular (memoria urbana, nomenclatura, capital simbólico cultural)?” Guillermo Cifuentes. Revista Ciudad, ciudadanos & ciudadanías, 8ª Bienal de Video & Nuevos Medios, 2007, págs., 14 y 15.
Según estudios de la ONU, a fines de este año la mitad de la población mundial vivirá en ciudades, lo que conlleva a una serie de cambios urbanísticos en torno a la nueva masa inmigrante que pasa a engrosar la cantidad de habitantes de las urbes. Estos cambios invitan a progresar, a cambiar, a restructurar el plan urbano de barrios y comunas, a veces con concecuencias de alto valor cultural y social.
En la charla del arquitecto Emilio Marín, se habla de super paisajes, ciudad jardín del siglo XXI, construcción de nuevas etapas de renovación, todo en un sentido futurista e interviniendo lugares de manera postmoderna. Esto creará ciertamente que las generaciones posteriores tengan nuevos referentes de urbanidad y se crearán costumbres nuevas de ciudadanía, pero mi pregunta es ¿en qué ayuda esto a construir y reforzar una identidad de ciudad? Seguramente Emilio Marín contribuye a recrear la ciudad con nuevas perspectivas urbanas y sociales, lo que creo que está muy bien y es lo que debe pasar en toda época a medida que avanza la historia. Eso si, no creo que para crear nuevas perspectivas de ciudad se tenga que deshacer de lo antiguo, de lo que crea la identidad de ciudad (y no estoy diciendo que Emilio Marín lo haga). En Santiago se han visto casos de edificios antiquísimos, monumentos nacionales, o simplemente casas antiguas que han sido demolidos para un nuevo proyecto inmobiliario. Basta recorrer la comuna de Ñuñoa para darse cuenta de la cantidad de edificios que se han erigido en los últimos años. A algunas personas les duele ver destruídos algunos pedazos de su historia insertos en los muros de estas construcciones demolidas que desaparecen para siempre, y a veces tratan de impedirlo, como para la demolición de la antigua casa de Gabriel González Videla, presidente de Chile en los años ‘40[1]. Como dice nuestro profesor Néstor Olhagaray, “si estuviésemos convencidos de que el trabajo de la memoria consiste en un proceso regresivo, que se trata de un recorrido que comienza en el presente para luego ir en busca del pasado, la respuesta sería afirmativa. Pero por el contrario, el desplazamiento constructivo de la memoria, es inverso, es del pasado al presente, de conjugar el pasado en presente” (Quintay 2007, homenaje a Guillermo Cifuentes). ¿Dónde queda nuestra identidad dentro de la ciudad, entonces?, ¿Será que está en esos edificios antiguos que identifican un estilo dentro de la ciudad de Santiago, por ejemplo; los edificios postmodernos que se construyen como una nueva mirada?, ¿o será el hecho de sacarse de encima un poco de historia para construir nuevas etapas de renovación?. Según yo creo, ante esto último la nostalgia se transforma en una especie de ansiedad. Comparar imágenes de Emilio Marín[2] con las del fotógrafo chileno Antonio Quintana[3] vemos 2 miradas distintas: el primero tiene una visión de super paisaje futurista y el segundo trató de “rescatar la escencia de nuestro país a través de la fotografía”[4].
En un país de 16.284.741 de habitantes (según la CIA), creo que la identidad chilena se va perdiendo con la destrucción del patrimonio, y se va dando cabida a lo insípido, y se va creando una nueva imagen de la modernidad de Chile y sus ciudades, creo que la arquitectura es un gran reflejo de lo nuestro. Es por esto que tomé una frase prestada del dibujante chileno Lukas, “aquí deberían dar examen todos los arquitectos de Chile”, aquí en la ciudad, en la ciudad que se va construyendo y reconstruyendo, pero pensando en que la identidad se va formando por la memoria en todos sus ámbitos, y no en la destrucción de ésta.
[1] (http://www.elclarin.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=10530&Itemid=45).
[2] (http://estoes.oficinadearquitectura.cl/)
[3] (http://www.memoriachilena.cl/mchilena01/temas/dest.asp?id=quintanaarquitectura&pag=0)
[4](http://www.memoriachilena.cl/mchilena01/temas/index.asp?id_ut=antonioquintana(1905-1972)
jueves, 10 de abril de 2008
Aquí deberían dar examen todos los arquitectos de Chile
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