Blog dedicado al taller Intervención Visual

miércoles, 9 de abril de 2008

Santiago 8 veces



Cómo diría Kramer, estuve pensando en cómo empezar este “paper”, pero la verdad es que no se me ocurrió nada. Pero ahora que está escrito, en realidad sí se me ocurrió, así que creo que por esta vez pude sacarme el peso de cómo empezar el texto. Tal vez solo por esta vez.

Debo explicar el porqué del título (Santiago 8 veces). Esto se debe a que he estado en 8 casas, pero me he cambiado 9. Uno de esos cambios fue a Talcahuano, donde viví cuando yo era muy chico. La primera casa en que estuve fue en la comuna de La Granja, pero yo tengo recuerdos de cuando vivía en Talcahuano. O Concepción, nunca me lo dejaron en claro. Mi percepción de ciudad en ese entonces era muy limitada, solo conocía la casa donde vivíamos, el jardín, la ferretería donde trabajaba mi papá, y una gran vuelta en el camino que une a Concepción con Talcahuano.

Creció un poco el mapa mental cuando nos trasladamos a la casa de mi abuelita, en la comuna de San Joaquín, que fue cuando empecé a ir al colegio. Me creció solo un poco el mapa, porque no me dejaban salir a la calle, por lo que mi percepción de ciudad era lo que veía a través de la reja del jardín de mi abuelita. Para hacer el cuento corto, el tema fue parecido cuando nos trasladamos de nuevo a La Granja, de ahí a Macul, Providencia, Las Condes y Ñuñoa. Cada vez iba conociendo algo de Santiago pero en pequeñas porciones, por lo que no lograba hilar una parte con otra, porque todas eran diferentes. Cada comuna tiene una esencia, o mejor dicho, cada barrio o pedazo de cuadras. Cualquier extranjero que vea una foto de La Granja y una de Las Condes pensaría que son 2 ciudades distintas. Ñuñoa y Providencia se parecen un poco, pero solo un poco.

Las distancias entre los lugares son amplias, y la diversificación también, creo que es por la gran zonificación que se produce al haber tantas comunas, como sale comentado en el texto “Ciudad Abandonada”. Yo creo que es por la actitud de la gente. Tuvimos el año 2007 la suerte de conocer Buenos Aires en el Congreso de Diseño en Palermo, y uno se da cuenta de la gran diferencia entre esta ciudad y Santiago. Escuché un comentario de que Buenos Aires fue hecha y preparada para ser grande, mientras que Santiago vive enanchando calles porque hay muchos tacos. Creo que la ciudad refleja la actitud de la gente. Esto se puede llevar al ámbito futbolístico: porqué siempre en los partidos entre Chile y Argentina gana Argentina. Da para reflexionar. Por ejemplo, hoy me peleé con un chofer de micro – o conductor de un bus de Transantiago- porque nunca quiso parar para que yo subiera. Era solo un acto de voluntad. En Buenos Aires no pasa, o nunca me pasó. Santiago es una ciudad grande, pero no una gran ciudad (como dijo el profesor Tejeda), y Buenos Aires es grande y una gran ciudad. Chile entero cabe ahí.

Creo que la ciudad representa la actitud de sus habitantes. Comparemos Santiago con Berlín: Santiago siempre se ha mantenido casi igual, con casi 500 años de historia, mientras que Berlín se pudo reinventar en 70 años, luego de quedar en ruinas después de la 2da Guerra Mundial.

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